viernes, 11 de enero de 2019

JESÚS, EL CRISTO SIEMPRE VIVO... 4


4. ¿DÓNDE Y CUÁNDO VIVIÓ JESÚS?

Jesús vivió bajo la ley política del imperio romano en tiempos delos emperadores Octavio Augusto y de Tiberio en plena 'pax romana'. Pasó la mayos parte de su vida en la región de Galilea, en los márgenes insignificantes de este Imperio. Se trataba de una región fértil con una población fundamentalmente rural, aunque la renovación urbanística que realizó Herodes Antipas, rey de Galilea, durante la mayor parte de la vida de Jesús, de algunas ciudades como Séforis o Tiberiades, hizo que una parte de la población pudiera haber tenido tareas no relacionadas directamente con la agricultura. Por otra parte, algunos pueblos y ciudades de la costa del mar de Galilea, como Magdala o Cafarnaún, poseían una actividad pesquera y de salazón importante. Jesús, por tanto, se movió entre gente muy heterogénea en razón de las distintas actividades que les ocupaban. Por otra parte, aunque la población era mayoritariamente judía, sus fronteras con poblaciones extranjeras y la antigua ocupación de esa tierra por hombres venidos de otros pueblos hacía que hubiera una presencia pagana significativa, quizá no tan numerosa como da a entender el calificativo de Galilea de los gentiles, nacido en otros momentos de su historia.
Se trataba de una población con una fuerte conciencia religiosa que dio origen a varios movimientos de resistencia y liberación político-religiosa a lo largo de los años en torno a la vida de Jesús. Sin embargo, los movimientos fariseos o de la aristocracia sacerdotal no tenían una especial relevancia en esa zona, pues su influencia radicaba sobre todo en Judea, principalmente en Jerusalén. Junto con la transmisión familiar de la fe, las sinagogas, en las que se leía la Ley y se discutía sobre ella, eran los espacios fundamentales de la configuración socio-religiosa del pueblo.
Como todo el perímetro mediterráneo, Palestina estaba controlada por la política romana que ofrecía un orden social básico permitiendo un desarrollo socio-económico importante y una vida social sin especiales violencias, a no ser las que aplicaba con mano de hierro el poder para mantener la dominación. Se trataba, por tanto, de una paz que se pagaba con gravosos impuestos y al precio del sometimiento radical. No obstante la vida religiosa judía podía desarrollarse sin apenas problemas.
Jesús desarrolló su actividad de forma itinerante, desplazándose por las aldeas y ciudades de Galilea y utilizando algunas cosas de simpatizantes como centros de su misión. Cafarnaún parece haber tenido una especial relevancia en este sentido. Su actividad podría haber durado un año, el 27 o el 28 (después de Cristo, claro está) según el actual cómputo de la historia, aunque algunos datos indicarían un ministerio más largo de unos dos o tres años. En este momento tendría unos 30 años, sin que podamos precisar exactamente su edad. Después de unos meses en esta zona y de alguna visita a territorio pagano, se dirigió hacia Jerusalén, centro simbólico de la identidad judía, para culminar su misión ofreciendo el Reino allí donde Dios mismo había prometido convocar finalmente al pueblo para hacerle partícipe de la victoria de su manifestación final. Algunas ciudades de sus alrededores como Betania o Efraín le sirvieron de base misionera en esta etapa. Es posible que subidas previas de Jesús al desierto de Judea para retirarse en oración, o a Jerusalén para celebrar la Pascua, hubieran dejado conocidos que después le habrían servido de apoyo en su misión.
Su muerte se produjo a la misma velocidad que su vida pública, cuando su actividad en Jerusalén se hizo más relevante y, por tanto, provocadora. Algunos han calculado que habría muerto el viernes 7 de abril del año 30, justo antes de Pascua.

(Jesús, el Cristo siempre vivo; Francisco García Martínez. CCS)

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